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Lejos del AOVE, muy lejos tienen que estar el Aceite de Oliva Virgen Extra y el plástico. En este artículo queremos aportar algo de luz sobre la penúltima polémica surgida en el sector olivarero. Ante la posible prohibición del uso de plásticos en los envases para comercializar Aceite de Oliva Virgen Extra expondremos lo que creemos es un paradigmático ejemplo del tipo de gobernantes que tenemos en España (y en la Unión Europa), del escaso conocimiento que tienen de la realidad económica (en este caso agroalimentaria) y de lo escasamente preocupados que están por una economía productiva circular real y la salud de sus ciudadanos. Vamos allá.
La Estrategia Española de Economía Circular (EEEC)
En un primer momento parecía que la Estrategia Española de Economía Circular (EEEC) también conocida como España Circular 2030 y aprobada en Consejo de Ministros el 2 de junio de 2020 iba a dar un espaldarazo definitivo a un nuevo modelo de producción y consumo en el que el valor de los productos, materiales y recursos se mantienen en circulación el mayor tiempo posible aprovechados al máximo y minimizando la producción de residuos en los diferentes sectores productivos.
En lo que al sector agroalimentario atañe, y en concreto a lo que el Aceite de Oliva se refiere, la controversia estaba servida desde julio de 2020 cuando el Ministerio de Agricultura aprueba un proyecto de Real Decreto referente a la Norma de Calidad de los aceites de oliva en el cual se pretende que a partir del 1 de enero de 2023 todo el AOVE (sólo el Aceite de Oliva Virgen Extra, no otros tipos de aceites) deba ser envasado obligatoriamente en envases alternativos al plástico (cristal, acero inoxidable, tetrapack). Intuimos que desde el Ministerio se intentó valorizar el AOVE al tiempo que eliminaban miles de toneladas de plástico de un solo uso. “Jugada maestra” pensarían desde el Ministerio de Agricultura.
La (maldita) realidad estropea los Objetivos 2030
Pues bien, una cosas es lo que se «idea» en un despacho y otra muy diferente lo que es la economía real. El sector oleícola puso muchísimas objeciones a la propuesta ya que sólo el coste económico directo de ese nuevo tipo de envasado supondría un encarecimiento importantísimo. Un envase de plástico cuesta típicamente menos de 0,1 € y con el uso de la botella de cristal o lata de acero inoxidable, dependiendo del tamaño, podría provocar una ascenso desde 0,45 € a 1,5 € por litro. Eso con los precios actuales. Imaginemos lo que la presión alcista ejercida por un aumento de demanda puede generar en los precios de esos envases.
Huella de carbono y reciclaje de envases
Si hablamos de la huella de carbono, los datos de estos envases empeoran puesto que la creación, limpieza y transporte de envases es notablemente más alta. Particularmente el peso y el reciclado se convierten en dos terribles handicaps para la sostenibilidad de esos formatos. Las alternativas al plástico son hasta 4 veces más pesadas, consumen 2 veces más energía y liberan a la atmósfera casi 3 veces más CO2 que el plástico durante el mismo ciclo de uso. Si queréis profundizar en el tema, podéis escuchar la charla de la profesora Kim Ragaert hablando de la rehabilitación de los plásticos.
El tetrabrick es caso aparte porque es el mejor envase para conservar el AOVE (y cualquier líquido en general). Desgraciadamente, no existe en España una planta de reciclaje completo y el 25% del total de esos envases acaba en un basurero. “El proceso de separar los componentes de aluminio y plástico de polietileno es poco rentable”.
El plástico tiene sólo un problema: se degrada mal y se desintegra peor. Permanece como micro y nano partículas durante aún no sabemos cuanto tiempo y está formado por aditivos plásticos que son perniciosos para la salud. De ellos hablaremos largo y tendido en la segunda entrega del artículo.
El Magrama da marcha atrás
Tras escuchar las sugerencias del sector oleícola, el MAGRAMA decide realizar un cambio notable: sólo las cooperativas y almazaras podrán comercializar el AOVE en envases de plástico. En teoría el 1 de enero de 2023, tras revisión en Bruselas, todas las propuestas dentro del EEEC quedarían aprobadas.
Todo quedará a expensas de la Estrategia Europea de Economía Circular, que ha objetivado que todos los envases de plástico contengan al menos un 30% de plástico reciclado a partir de 2030: los r-PET o PET reciclados (Tereftalato de Polietileno) pretenden ser la solución a la economía circular y evitar la contaminación por plásticos. Alucinante.
Recapitulemos: comenzamos el artículo con el gobierno de España eliminando el 100% de los plásticos en un producto como el AOVE para 2023. Proseguimos con una disminución gradual del volumen de plástico de un solo uso y hemos acabado permitiendo que en las almazaras y cooperativas usen plástico para ese AOVE, eso sí, un 30% reciclado, desde 2030. ¡Qué oscuro y plástico es el futuro que nos aguarda!
En la siguiente entrega analizaremos la supuesta inocuidad del plástico y enfrentaremos declaraciones de la industria del plástico con varios estudios sobre plásticos y salud.
Seguimos recomendando que compréis Aceite de Oliva Virgen Extra en envase de cristal y acero inoxidable. Hazlo por tu salud y la de los tuyos, el medioambiente y una economía circular real.